Antonio de Pereda

Antonio de Pereda
Ilustracja
Sen szlachcica, ok. 1655
Data i miejsce urodzenia

1611
Valladolid, Hiszpania

Data i miejsce śmierci

30 stycznia 1678
Madryt, Hiszpania

Narodowość

hiszpańska

Dziedzina sztuki

malarstwo

Epoka

barok

Vanitas vanitatum (1640-1650)

Antonio de Pereda (ur. 1611 w Valladolid, ochrzczony 20 marca tego roku; zm. 30 stycznia 1678 w Madrycie) – hiszpański malarz okresu baroku. Jego uczniem był Alonso del Arco.

Początkowo malował obrazy historyczne. Bardziej jest jednak znany jako malarz martwych natur. Po 1635 tworzył głównie obrazy ołtarzowe i przeznaczone do prywatnej dewocji.

Wybrane dzieła

Bibliografia

  • Monique de Beaucorps, Raoul Ergmann, François Trassard, Wielcy mistrzowie malarstwa europejskiego, Iwona Badowska (tłum.), Warszawa: Arkady, 1998, ISBN 83-213-3976-X, OCLC 749514226.

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Antonio de Pereda - El sueño del caballero - Google Art Project.jpg
La obra representa a un caballero del siglo XVII vestido con la indumentaria de la época y dormido mientras un ángel le muestra el carácter efímero de los placeres, las riquezas, los honores y la gloria. El ángel le muestra el jeroglífico de la fecha sobre el sol, que hiere, vuela raudo y mata. El conjunto de objetos situados sobre la mesa constituye un auténtico bodegón en el que se establece una condensación de símbolos y alegorías. Los símbolos de la mesa son muy complejos, pero destacan algunos por su presencia continua en todas las "vanitas": la calavera que simboliza la muerte, la máscara de teatro sobre la hipocresía, las joyas y el dinero que son las riquezas que no podemos llevar al otro mundo, la baraja y las armas como el juego y los placeres de la caza, el reloj que indica el paso inexorable del tiempo, la vela apagada que indica la extinción de la vida... son innumerables los objetos y los múltiples significados engarzados que podemos entresacar de todos ellos. El pintor ha representado un "corpus" de los objetos de la vanidad del mundo y de su sin sentido tratados con una definición magistral que los individualiza como forma de acentuar, a través de lo real, la presencia de su carácter didáctico, alegórico y moral.